“Empleabilidad” , es un término que hace referencia al potencial que tiene un individuo para ser solicitado por una empresa para desempeñar las funciones de esta. Este potencial se adquiere mediante distintas capacidades y habilidades que hacen que el rendimiento de un trabajador sea superior a otro con los mismos conocimientos técnicos, pero con distintas capacidades. Hay que aprender a rentabilizar las capacidades, para así poder ser elegido en un proceso de selección de personal. En general, las habilidades para la empleabilidad son características que determinan tu forma de trabajar o tu forma de relacionarte con los demás.
Para alcanzar un óptimo nivel de empleabilidad es necesario que nos hagamos una pregunta ¿Sabemos lo que hay dentro de nosotros mismos? A partir de esto podemos ir entrenando nuestras relaciones con el entorno (empresa, personas, profesionales…) y de la misma manera poner en práctica estrategias para optimizar estas relaciones. Algunas “competencias clave” en el proceso de búsqueda de empleo son estas:
- Motivación hacia el aprendizaje permanente: hay que desarrollar una motivación por el aprendizaje continuo. Partimos de la capacidad de saber analizar nuestros déficits o gaps formativos, ¿Qué nos falta?, ¿Qué debemos desarrollar? Para ello hay que tener una actitud positiva hacia el aprendizaje ya que nos va a hacer mejorar nuestras competencias. Hoy en día es muy fácil formarse, solo hay que tener motivación y ganas ya que existen un montón de cursos MOOCs con un amplio contenido, se ofertan numerosos cursos en la red e incluso muchos de ellos son gratuitos.
- Flexibilidad y adaptación al cambio
La capacidad para generar estrategias que nos permitan adaptarnos a los cambios es muy importante ya que nos permite ampliar horizontes y poder contemplar nuevas posibilidades en el ámbito laboral. Hoy en día las personas se encuentran en un estado de incertidumbre ante su situación en el mercado laboral, por ello es necesario adquirir esta capacidad de adaptación y así poder responder de manera adecuada a los cambios, estando alerta y abiertos al cambio. Otro elemento que es importante es la creatividad, el probar cosas nuevas.
La adaptación al cambio hace referencia a la versatilidad en el comportamiento, a la emisión de conductas adaptativas y no tanto a los cambios de tipo cognitivos o en los sistemas de valores, expectativas o creencias. Una persona con esta habilidad: acepta y se adapta facilmente a los cambio, responden a estos con flexibilidad, son promotores del cambio, manejan múltiples demandas, adaptan las respuestas a las distintas circunstancias y tienen una visión de los acontecimientos muy flexible
- Iniciativa y autonomía
La capacidad de la iniciativa es la predisposición para emprender acciones, crear oportunidades y mejorar resultados sin necesidad de un requerimiento externo, se inspira en la autoresponsabilidad y autodirección. Tener iniciativa supone adoptar una actitud proactiva marcando el rumbo por medio de acciones concretas, pudiendo imaginar, emprender, desarrollar y evaluar planteamientos, acciones o proyectos individuales o de manera colectiva.
Es muy importante ser responsables de nuestros propios actos, actuar sin necesidad de acudir a terceros para solicitar su ayuda, o esperar a que alguien llegue a ayudarnos y rescatarnos de una determinada situación. Debemos anticiparnos , determinar aquello que depende de nosotros mismos. Es decir, “hacer que las cosas sucedan”
Junto a la competencia de iniciativa se ponen en marcha otras competencias como la creatividad, la búsqueda de información, la toma de decisiones, la gestión del tiempo y el compromiso.
- Competencias digitales
Son un conjunto de conocimientos, capacidades, destrezas y habilidades para la utilización estratégica de la información y para alcanzar objetivos tácitos y explícitos, en contextos y con herramientas propias de las tecnologías digitales
El uso de herramientas digitales es clave tanto para la búsqueda como para aumentar la empleabilidad. Esto se debe a que ya son muchos los puestos de trabajo que requieren tener competencias digitales para desempeñar su función. Se produce un acercamiento al término “nativos digitales“, el futuro se ubica ahí.
Señalamos 8 competencias digitales que todo profesional debe tener:
- Visión estratégica: Se comprende el fenómeno digital y lo incorpora en la orientación estratégica de los proyectos de su organización.
- Gestión de la información: Busca, obtiene, evalúa, organiza y comparte información en contextos digitales.
- Comunicación digital: Se comunica, relaciona y colabora de forma eficiente con herramientas y en entornos digitales.
- Trabajo en red: Trabaja, colabora y coopera en entornos digitales.
- Aprendizaje continuo: Gestiona su aprendizaje de manera autónoma, conoce y utiliza recursos digitales, mantiene y participa de comunidades de aprendizaje.
- Conocimiento digital: Se desenvuelve profesional y personalmente en la economía digital.
- Orientación al cliente: Entiende, comprende, sabe interactuar y satisface las necesidades de los nuevos clientes en contextos digitales
- Liderazgo en red: Dirige y coordina equipos de trabajo distribuidos en red y en entornos digitales.
- Planificación, organización y gestión del tiempo
La organización y la planificación es la capacidad de fijar metas y prioridades a la hora de realizar una tarea, desarrollar un área o un proyecto conviniendo la acción, los plazos y los recursos que se deben utilizar. Esta habilidad se pone en marcha cuando se tiene que hacer concurrir las acciones coordinadas de un conjunto de personas, en tiempo y costes efectivos de modo que se aprovechen eficientemente y se lleguen a alcanzar los objetivos propuestos.
Mejoramos nuestra empleabilidad al adquirir marcos y herramientas para establecer prioridades, planes de acción, optimización de medios y recursos, etc. Técnicas cómo la caja de Eisenhower (para establecer prioridades, aplicación para la gestión del tiempo de manera exitosa); herramientas como Google Calendar o Evernote, nos pueden ayudar al desarrollo de estos aspectos.
- Capacidad para analizar el contexto laboral
Saber identificar las demandas y requerimientos del contexto laboral (perfiles, puestos de trabajo,etc.), la evolución sectorial, las competencias más demandadas, las necesidades dadas, etc., es fundamental para desarrollar un plan y una estrategia que derive en unos resultados positivos o favorables. Es útil hacerse preguntas cómo: ¿Cómo está nuestro sector?, ¿ Qué tipo de perfiles requiere la profesión?, ¿Por donde irán los tiros en el futuro?
De esta manera creamos nuestro propio “archivo”, mediante el cual realizaremos distintas investigaciones, indagaremos acerca de todo esto mediante la búsqueda de ofertas de empleo, noticias, informes, con la asistencia a charlas, mediante preguntas a expertos, etc.
En resumen, se lleva a cabo un análisis del entorno laboral. Esto supone obtener cuáles son los principales problemas que se dan pero que no habíamos detectado.
- Habilidades sociales
Las habilidades sociales son un conjunto de hábitos, conductas, pensamientos y emociones que nos permiten: comunicarnos con las demás personas de manera eficaz, tener relaciones interpersonales satisfactorias, sentirnos bien con nosotros mismos y con el resto y obtener lo que queremos conseguir sin impedimento de otras personas.
Nuestra empleabilidad aumenta cuando tenemos desarrolladas de manera adecuada las “soft skills”. La capacidad de comunicarnos de manera adecuada tanto en la comunicación verbal como la no verbal e incluyendo la comunicación digital. Otras habilidades que debemos desarrollar son la persuasión, el liderazgo, la competencia para generar relaciones productivas de carácter personal y profesional.
“El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber llevarse bien con las personas.” y para ello es importante potenciar una escucha activa, la empatía y la asertividad.
Para el “networking“: “Estrategia que consiste en ampliar nuestra red de contactos profesionales con el empleo de redes sociales de tipo profesional” es fundamental tener capacidad para afrontar entrevistas de trabajo, el causar una impresión positiva a través de un perfil en la web, etc. Todas estas competencias se pueden entrenar y por ende, mejorar.
- Trabajo en equipo
Si la búsqueda de empleo se lleva a cabo en equipo, las posibilidades de encontrar trabajo aumentan. Tenemos que ser capaces de trabajar de manera colaborativa, compartir conocimientos, experiencias o recursos, orientando este trabajo en equipo en una consecución de objetivos comunes, promoviendo así el valor del compromiso y el sentido de la pertenencia, ya que supone que haya una estrategia que dirige la acción del equipo, por lo que cada persona se compromete con una parte y cuando se pone en común con el resto, la estrategia definida de antemano funciona.
Esta es una de las “softs skills” más importante, está relacionado con la personalidad del candidato/a y es muy valioso para los distintos puestos de trabajo. La habilidad de trabajar en equipo está inmersa dentro de la capacidad organizativa de una empresa y de su éxito a la hora de cumplir objetivos. Es cuantificable y se puede enseñar y potenciar.
Necesitamos tener coordinación, comunicación, confianza, colaboración y compromiso.